Era un día más de verano, no hacía demasiado calor. Uno de esos días que no parece que serán algo especial. Salió por la puerta principal, y respirando profundamente, sin mirar atrás, dió un paso adelante y desapareció. Ese día había decidido volverse invisible. Nadie volvió a verle jamás.
Tres años después, durante un invierno especialmente frió, murió en una pequeña pero acogedora habitación de hotel. Murió completamente solo, pero su vida terminó tranquilamente y sin dolor, mientras dormía. Su cuerpo nunca fue encontrado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario